Saturday, June 22, 2013

Escrita en Castellano Zero para que todos lo entiendan

 La guerra de “atroya” (1)

 

Por Enrique Araujo-Alvarez B. 6.7.03


Más bien una leyenda imaginada por el vulgo 1200 años AC, este conflicto fue relatada por Homero(2) en su obra La Ilíada(3). La bronca se inició por una mamacita llamada Helena que traía locos a todos por su extraordinaria belleza. Era una combinación de la cara de Angelina Jolie, el cuerpo de Jessica Biel, las tetas de Marilyn Monroe y el culo de J.Lo. Eris, la diosa de la discordia, cuya manía era sembrar cizaña entre los que se cruzaban por su camino, enemistó a tres diosas estúpidas que cayeron en las tretas de esta bronquera. Fueron estas, Hera, la ñorsa de nada menos que Zeus, el padre de los dioses, Palas Atenea, diosa de las artes y las ciencias y, Afrodita, diosa del amor, conocida ninfómana perdida. Eris les obsequió a las tres una manzana de oro con una leyenda que decía: “Para el mejor culo de la ciudad”. Obviamente las tres se creían la muerte por lo que comenzaron a pelearse diciéndose zamba canuta. Al ver esto, Zeus, las puso en fila y les mandó un cachetadón en triplete además de una patada en el trasero a cada una para que no siguieran fregando. Una vez calmadas y sobándose las nalgas, escucharon la decisión del padre de los dioses para resolver el problema. Llamó al príncipe Páris, hijo de Príamo, rey de Troya, quien tenía una pepaza impresionante y conocido pinga loca. Las tres diosas bobitas se acercaron a Páris y le pidieron que escogiera a una de ellas para poseer la manzana de oro (conocida por la manzana de la discordia, ojo) Por lo bajo las tres le pasaron un papelito, léase un papirito, con sendas ofertas llenas de lascivia y concupiscencia para que las escogieran. Hera, le prometió que lo haría el hombre más poderoso de La Tierra, Afrodita, la más mañosa y conociendo lo mujeriego que era Páris, le prometió conseguirle el mejor culo del universo, una oferta que no pudo rechazar, dejando a Palas Atenea con la palabra en la boca, tirándole a Afrodita la bendita manzana por la cabeza. Páris, ansioso, cogió de los hombros a Afrodita y le preguntó quién iba a ser la hembrita  prometida. Afrodita, vieja zorra al fin, pensó no sólo en un monumento de mujer sino también que fuera prohibido, para hacérsela más excitante, por lo que escogió a la mujer de Menelao, rey de Esparta (4) Esta era Helenita la del trasero ardiente, boca insaciable, cintura de avispa, un par de piernas que hubieran dejado bizco a Miguel Ángel, un par de juanas mejor que rellenadas por cirujano plástico, cara de ángel con una expresión de “no mata una mosca”, ojazos violeta y una boca como una rosa encarnada, todo enmarcado por una profusa cabellera dorada que le llegaba hasta la cintura. Su voz era ronquita como la de un maullido de gata angora en celo. Páris, babeando y con la expresión de un pedófilo enloquecido por la testosterona, fue a por ella tan rápido como pudo pues ansiaba clavarse la griega a la primera. En el camino craneó cómo raptarla pero cuando llegó a los aposentos de Helena, ésta, que era conocida por ser más bien una mujer de calzones flojos, y quien ya se había enterado del asunto a través de una cortesana chismosa, lo estaba esperando con las piernas y los brazos abiertos y con todas sus maletas listas para largarse con el pepón, dejando a Menelao más bien como venao. A la mañana siguiente cuando Menelao despertó y no vio a su mujer, saltó del camastro y encontró un papiro post it pegado en la puerta del vomitorio que decía: “Querido esposo: me voy con Paris porque me ha raptado”. Menelao sabía que Helenita era una bestia mononeuronal, entonces se dio cuenta que  había metido la pata en su mensaje y por lo tanto no había duda que había gato encerrado. Cuando se enteró de toda la historia con las diosas, llamó a su hermano Agamenón, rey de Micenas y, de paso a todos los príncipes griegos. Todos decidieron apoyar a Menelao ya que consideraron el “rapto” como un agravio colectivo porque todos lo atrasaban con la griega hot, decidiendo recuperar a Helena costara lo que costara. No estaban dispuestos a perderse un culo así. Entonces reunieron 1,200 barcos y todo el ejército griego para lanzarse contra Troya (5), toda esta alharaca por un culo, confirmándose que desde siempre, los hombres son unos huevones. La bronca duró nada menos que diez años y cuando las cosas ya se había tornado en rutina ya que ambos bandos se defendían como gato panza arriba, el pendejo de Ulises(6) se le ocurrió una sus máximas pendejadas. Mandó construir un caballo de madera diciéndoles a sus enemigos que era un “regalito de navidad” (broma del autor porque sencillamente Jesucristo no había nacido aún) Con esa nota abrieron la puerta de la ciudad y dejaron entrar el presente. Todos felices se emborracharon y se coquearon hasta el límite de sus capacidades. Ulises y su collera se habían escondido en la panza del caballo. Salieron cuando todos estaban durmiendo la mona y les cortaron los huevos a casi todos. Aquiles(7) que no chupaba y era zanahoria, trató de defenderse pero Páris que se la tenía jurada, le tiró un flechazo al corazón, pero como era una bestia tirando flechas y no tenía puntería ya que le temblaba el pulso por pajero, falló y le cayó en el talón a Aquiles. Pero cuál sería su sorpresa que justo en esa parte era la única porción de su cuerpo vulnerable por lo que el pata murió desangrado y con septicemia. Finalmente recuperaron a Helena y se la llevaron ante Menelao quien estaba con ella bien asao. Pero antes que abriera la boca, Helena se levantó la túnica y le dijo que viera una prenda que había diseñado para él. Se trataba de una tanga negra con hilo dental, lo que dejó a su esposo bizco y babeante. Considerando que hacía diez años que estaba aguantado, la perdonó al instante y se olvidó de los trece millones de muertos que había costado la guerra. Todo volvió a la normalidad al mismísimo día siguiente y hacia el medio día todo pareció como que nada había pasado. Nuevamente una confirmación de que los hombres son capaces de cualquier cosa por un culo.
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(1) Atroya es un vulgarismo peruano moderno que indica la relación sexual anal. Por atrás, “por atroya”.

(2) Homero Los ejércitos griego y troyano preparan la guerra de Troya (siglo XII a.C.), la más célebre de la mitología occidental. Al mismo tiempo, los dioses se reúnen para discutir sobre el destino de los seres humanos y decidir si les permiten arreglar sus disputas de un modo pacífico o bien activan las fuerzas que acabarán con la destrucción de los dos bandos y, con ello, de toda la civilización. Atribuido al escritor clásico griego Homero, la Iliada data del siglo IX a.C.

(3) La Iliada, ver nota anterior.

(4) Esparta, Esparta, también Lacedemonia, ciudad de la antigua Grecia, la más importante del Peloponeso durante la antigüedad, situada en la orilla derecha del río Eurotas, a 32,5 km del mar, en las laderas del monte Taigeto. Los espartanos fueron unos conchesumadres, sobre todo las mujeres. Cuenta la historia que después de una guerra, un oficial se acerca a una mujer para comunicarle que sus cinco hijos habían muerto en la batalla. La mujer desoyendo la noticia insistió en la pregunta, No me hagas perder el tiempo, ¿es de Esparta la victoria? Otra cosa era que no aceptaban recién nacidos con taras, como síndrome de Down, labio leporino ni nada en realidad. Los bebes deformes simplemente los lanzaban desde la cima del Monte Taigeto para que se los coman los lobos. Dicho entre gente culta, “más valiente que un espartano”.(nota del autor)

(5)Troya, (antigua Ilión), ciudad famosa de la leyenda griega, en el extremo noroeste de Asia Menor, en la actual Turquía. El legendario fundador de la ciudad fue Ilus, hijo de Tros, de quien se deriva el nombre de Troya. El hijo y sucesor de Ilus fue Laomedón, que fue asesinado por el héroe Hércules, cuando éste capturó la ciudad. Durante el reinado del hijo de Laomedón, Príamo, tuvo lugar la conocida guerra de Troya, que provocó la captura y destrucción de la ciudad.

(6)Ulises, también muy conocido como Odiseo, en la mitología griega, el más célebre de los héroes antiguos, gobernador de la isla de Ítaca y uno de los jefes del ejército griego durante la guerra de Troya. Casado con Penélope tenían un hijo llamado Telémaco. Mentor era un consejero contratado por Ulises para educar a Telémaco. Por eso se dice que quien educa u aconseja es su Mentor.
(7)Aquiles, en la mitología griega, el mayor de los guerreros griegos en la guerra de Troya. Era hijo de la ninfa del mar, Tetis, y de Peleo, rey de los mirmidones de Tesalia. Cuando era un niño su madre lo sumergió en el Éstige para hacerlo inmortal. Las aguas lo hicieron invulnerable menos en el talón, por donde lo sostenía su madre. Lo cagó la vieja cojuda. Se dice ese es “su talón de Aquiles” para decir de alguien que tiene una debilidad.


En la sala de espera, una tarde...

En una sala de espera un hombre de 62 años entra sin querer, en una conversación con un joven paciente de 16 años.

-     ¿Qué hacía usted a mi edad? Pregunta el joven.
-        Veamos, era 1960. Te voy a comentar a medida de lo que me acuerde. Acababa de terminar el colegio. Mi padre estaba pensando en comprar un televisor, ya que la televisión se había iniciado en Lima dos años antes. La mayoría eran de 21 pulgadas de marcas como Andrea, Philips, Normende o Telefunken, casi todos europeos, el problema era que costaban más de mil dólares. Eran aparatos a tubos y en blanco y negro y sólo había en Lima tres canales. Todos los programas eran en vivo, hasta los comerciales. No existía el control remoto. Los teléfonos, ¡Ah! Se debía esperar muchos años para lograr tener uno. No existían los teléfonos celulares, yo veía un cómic llamado Dick Tracy que era un detective que usaba una especie de celular de pulsera, como un reloj. Eso me parecía algo imposible de lograr. Los cines eran enormes y muy elegantes y sólo había tres funciones. Nadie usaba zapatillas para caminar por la calle. El aeropuerto quedaba en la actual sede del Ministerio del Interior en Córpac (Córpac era las siglas de Corporación Peruana de Aeropuertos Comerciales, entidad del estado)  Lo que es la Av. Benavides era una pistita de doble vía ida y vuelta y había chacras a ambos lados. No había computadoras, ni se pensaba en ellas. No habían inventado el cassette aún y menos el CD ni el DVD. No había walkman, ni discman ni nada parecido. No habían mini componentes. No había micros. Era raro ver cholos en las calles. Los jóvenes usaban los pantalones en la cintura verdadera y las chicas sólo usaban pantalones en los paseos. Los hombres cedían el asiento a las damas en el bus y en los tranvías que aún transitaban en Lima y el Callao. En el tramo de Lima al Callao, el panorama era de haciendas. No había vía expresa. No había mercados tipo Wong. Los autos eran americanos y con motores V8 y eran carísimos. La gasolina era muy barata y nadie usaba gas para cocinar, las cocinas eran eléctricas o  kerosene. Las radios eran lo que más se escuchaba y los aparatos de radio eran de tubos y muy grandes, casi todos tenían radiolas, unos muebles grandes y muy caros. Viajar a Estados Unidos costaba un ojo de la cara. Salir con una chica era imposible, sólo nos podíamos ver en visitas formales y con la vigilancia permanente de la madre. La virginidad era un tema tabú y las relaciones sexuales eran para la gente casada y no se hablaba de ello porque era inelegante y hasta considerado vulgar. Las chicas jamás decían una lisura frente a un hombre. Con una enamorada era impensable tener relaciones sexuales. Si alguien salía encinta, era considerado un escándalo y eran obligados a casarse para evitar el qué dirán. A las trabajadoras del hogar se les llamaba sirvientas o la chola, les pagaban poco, no usaban uniforme y la mayoría eran analfabetas y olían a chivo. Se iba al colegio en la mañana y en la tarde, se regresaba a almorzar en la casa con los padres y era obligación asistir a clases hasta los sábados por la mañana y obligatoriamente ir a misa todos los domingos en colegios religiosos como el que yo asistí. Se comulgaba en ayunas. Los hombres se enteraban del sexo en los burdeles donde uno se iniciaba más o menos a los 16 años. No habían anticonceptivos y no se vendía condones a menores de 21 años. Al Dr. Marco Aurelio Denegri lo arrestaron por haber opinado sobre sexo en la tele. Nadie fumaba antes de los 21 años delante de sus padres y menos tomaban un solo trago. Sólo tomaban cerveza los cholos. Las drogas ya existían pero nadie las mencionaba. Cuando uno aprendía una lisura se susurraba al oído de los amigos como un gran descubrimiento. Estar con una chica podía tomar algo de dos meses y muchas no sabían besar con lengua. Había que tener 21 años para ver una película con escenas de amor. A misa no se podía entrar con manga corta. El bikini era sólo para las gringas, las chicas “decentes”, ni pensarlo. Nadie jamás se le hubiera ocurrido aumentarse las tetas ni el trasero. Una chica que tuviera más de dos enamorados en un año era mal vista y se maleaba. Los curas usaban sotana hasta el suelo y usaban sombrero de tres picos. El tránsito era muy ordenado y se ponían papeletas hasta por tocar la bocina. Iba a seguir cuando el chico espetó:
-        ¡Señor, por favor no siga, se los ruego, ¿cómo pudo usted sobrevivir todos estos años sin juegos, sin celulares, sin cable, sin micros, sin sexo, sin decir lisuras, sin computadoras, sin un solo troncho, sin usar zapatillas, en fin, ¡su vida ha sido como una película de Chucky! Pobre usted señor, lo compadezco de veras, señor, ¡qué horror! Me ha deprimido todito. ¿Se va a hacer tratar supongo? ¿Cómo ha llegado a  su edad vivo?
-        Precisamente, ¿no estamos en el consultorio del siquiatra? Le contesté. Yo estoy aquí porque no soporto esta vida con todo lo que en mi época no había. Imagínese joven, en mi época habían tres canales, hoy hay 230, odiaba el teléfono porque sólo llegaban malas noticias, ahora tengo en el bolsillo dos celulares, en uno me llama mi esposa cada cuatro minutos en el otro mis hijos para pedirme plata. Hoy casi he sido arrollado por un micro, me han mentado la madre ya tres veces hoy mismo. Los bocinazos casi me han causado un infarto. Uso zapatillas Nike super suaves pero un soldado me pisó el pié justo donde sufro de gota. Se me ocurrió decirle a una sobrina que era muy linda, y me ha denunciado a la comisaría por acoso sexual, además de haberme dicho toda clase de lisuras de alto calibre. Hace poco que he tenido que rechazar a tres amigas, esposas de tres amigos, y me han dicho que a lo mejor soy maricón. Mi mejor amigo acaba de morir de una sobre dosis de una nueva droga, cuatro son alcohólicos y dos están en el manicomio. Dieciocho ya han muerto. Ya no manejo porque ya me cansé de que me digan, “oye abuelito, despiértate pues y apúrate”. Mis dos hijos hace tres meses que viven con sus enamoradas en el dormitorio en mi casa y me piden que les prepare el desayuno. Una vez una de las chicas trató de agarrarme el trasero guiñándome un ojo. Mi mujer hace ya un año se fue con un tipo que maneja una moto. Compré un televisor pero nunca lo he podido ver porque mis hijos lo han metido a su dormitorio y siempre lo dejan con llave y si no están, las chicas que nunca salen del dormitorio siempre están viendo novelas. Mi hija mayor se fue sin dejar rastro con un argentino y no me llama desde hace diecisiete años. Ayer que cumplía 37 años, me llamó sólo para pedirme cinco mil dólares para poder salir de la cárcel. ¿Y el argentino? Le pregunté. Me dijo que lo habían matado y que querían echarle la culpa. Inmediatamente me dijo que me juraba que no le había pegado muy fuerte. A lo que le pregunté con qué le había pegado y me dijo que con una comba. Insistía en decirme que no le había pegado muy fuerte. También me dijo quejándose mientras lloraba que le había sorprendido lo frágil que el argentino tenía el cráneo y que creía que era un maricón de mierda y que le había cagado la vida. Yo le dije que entonces no lo mataron, sino que ella lo había matado y la burra me dijo que no había sido su intención. Insistía en asegurarme que la policía estaba exagerando para sacarle plata. Me lloró exigiéndome que le mandara los cinco mil dólares y juraba que me quería mucho. Yo aproveché para hacerle recordar que hacía diecisiete años que no me llamaba, que cómo entonces ahora súbitamente me quería tanto. El joven tenía los ojos extraviados cuando se me ocurrió observarlo. Lo vi más de cerca y el tipo se había ahorcado con su correa. ¡Estaba muerto! Me levanté súbitamente y en ese momento, salió el doctor. No pudiendo articular palabra sólo le mostré al galeno con las dos manos al interfecto. El siquiatra, tranquilamente me cogió de las manos y me dijo,
-   No se preocupe señor, esto pasa continuamente en este consultorio. ¿Le habló usted    de algo mientras esperaban?
-        Bueno sí, le estaba contando cómo era mi vida solamente.
-        Mmm. Entiendo, no se preocupe. Era un joven paciente que tenía un problema imaginario con su madre que según insistía lo había abandonado al nacer. Ayer me llamó  para decirme que su madre lo había llamado para comentarle que acababa de matar a su padre con una comba. Un caso típico de paranoia que no iba a tener cura. Ahora, pase usted y cuénteme cuál es su problemita …


Fin